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viernes, 6 de mayo de 2011

Lo que DEBO hacer.




Capítulo 2
Lo que debo hacer.





'Desde que te fuiste, mi vida está marchita, mi vida es una miseria... Obligado a vivir éste infierno... Te amo, mi hermosa flor, te extraño, eres todo para mi...
... Deseo devolver el tiempo, pero sé que es imposible, incluso ahora, estás en un mejor lugar...'
Kim Jaejoong.



>3 meses atrás<

Sé que has rechazado a mi hermano, que a escondidas te dejaba detalles Empezó a hablar estando sentado en un mueble que se encontraba al centro de su oficina justo después de ver a Jaejoong entrar al lugar, el receptor al escuchar esa confesión por parte de su jefe se tensó y se sintió un poco nervioso. Para ese momento ya se encontraba de pie frente al emisor y sólo dijo con voz débil:
–Si… bajando la cabeza, presintiendo que después de esto vendría un puñetazo, o cualquier otra amenaza.


Comprendo… ¿puedo saber cuál es la razón? le sorprendía que esta vez no hubiera sido agresivo con él como en otras oportunidades
 Yo… él no me gusta, no siento nada por él y recibir esos detalles o tener una relación con alguien de quien no estás enamorado, no es adecuado… mis padres me educaron así… respondió Jaejoong un poco dudoso de no saber si al decir la verdad hubiera sido correcto, el otro chico arqueó una ceja.


Eres sincero, eso es bueno totalmente atónito por la calma y reacción de quien mandaba aquí, comenzaba a inquietarse pero, quiero que aceptes esos regalos, sin chistar increíblemente lo había dicho amablemente, pero sin duda alguna como una orden que no cualquiera se atrevería a romper.

Sí, señor fue lo único que pudo responder. Desde entonces no paraba de recibir regalo tras regalo, detalle tras detalles y en ocasiones muy extremas iban a una cita.
 

...Al ver de quien se trataba sintió mucho enojo pero no intentó oponerse, se trataba del hermano menor de su Jefe, quien estaba enamorado de él desde hace bastante tiempo y en ocasiones había sido detallista con él, algunas veces le dejó flores, otras veces chocolates e incluso notas, pero Jaejoong obviamente no quería tener nada que ver ni con su Jefe ni con la familia de éste, así que lo rechazaba todo pero debía obedecer lo que hacía tres meses su patrón le había dicho.



>El día anterior<


Hero, mañana iremos a un bar le comentó el dueño de la casa frente a la puerta de su habitación quien de vez en cuando era un poco más amable con él, ser rígido siempre, hasta a él mismo le fastidiaba. 

Está bien señor, yo no saldré mañana si usted no está Sí, Kim Jaejoong vivía en casa de este malvado Jefe de una pandilla, quienes todos los llamarían de manera despectiva “mafiosos” pero a este, al dueño de la casa le molestaba esa palabra por lo que, él prefería llamarlo “Comerciantes de mercado negro”

No, de hecho, quiero que vengas conmigo dijo sonriente, pero en realidad Hero no quería ir, era una perfecta oportunidad para estar sólo sin, como él lo había llamado un día “su amo”. Sí, Jae lo llamaba de esa manera (a escondidas claro está) porque muchas veces lo vigilaba tanto que  sentía que era su dueño o algo así, ya saben, cuando alguien tiene una propiedad lo “cuidan” de tal manera.

¿Eh? lo miró con una expresión suplicante Yo… quisiera quedarme… no quiero ir…– dijo algo más dócil, una de las cosas malas que tenía este personaje, es que si decía algo y te negabas, reventaría y no sabrías si irías directo a tu tumba.

¿Por qué? Vas a divertirte le ofreció, para que quien se negaba, aceptara Yo… realmente no quiero ir… realmente no le agradaban esos lugares, y las veces que iba tenía que estar bajo el “cuidado” de quien siempre lo invitaba a ir a esos lugares, y vaya que se tardaba Bueno, mañana iremos, y serás la pareja de mi hermano, así que debes estar listo a las 7:30 pm–.

Comenzó a caminar para irse a sus aposentos. Hero le miró casi con tristeza en los ojos  pero…– el mayor giró su rostro hacía jae.

 –No pienso cambiar de opinión… cualquier palabra de ruego que Hero intentara articular se detuvo al escuchar el veredicto final -…así que, no intentes oponerte porque harás que me enfade, sólo hazme caso y ya, vístete agradable mañana para mi hermano, es su cumpleaños. Él me dijo que si sólo pudiera estar contigo él sería la persona más feliz del mundo, por lo tanto, deja que sea feliz y mañana antes de irnos te daré el regaló que deberás darle a él, dirás que tu lo escogiste y que fuiste tú a comprarlo decía, no habían palabras fuertes, ni rabias en ellas, tampoco  palabras severas o algún tono que hiciera notar “yo soy el que manda aquí y tu sólo obedeces” no, más bien eran palabras gentiles con un tono muy bajo. Jaejoong sólo veía atónito a quien de tal manera sólo dos o tres veces se le había mostrado en la vida, si “la vida” se refiere a dos años y medio siendo prisionero en esa lujosa mansión. Era en tantas veces tan mandante con él que las pocas veces que eso ocurría no podría creerlo y se impresionaba de sobremanera.

Yo…– el prisionero trataba de pensar en algo que decir, pero, las palabras no salían, así que tuvo que forzarlas yo… estaré listo fue lo único que dijo. Obligándose así mismo a sonreír, para él no era fácil, el cumpleañero no era odioso con él, era fastidioso, siempre quería tener a Jaejoong cerca de él, y si veía que alguien posaba sus ojos en este chico de piel nívea, de cabello obscuro para el momento, se prendía de él como colgante haciendo notar que estaba con él o que era de él. Si, si, si… Muchas veces el chiquillo creía que en la piel de ‘Joongie’ como este lo llamaba decía “Kim Jaejoong, propiedad de YooHwan

Está bien, gracias por cooperar dijo con una cálida expresión y una fresca sonrisa en su cara, poniendo su mano derecha en el hombro izquierdo de Jaejoong.

Supongo que no tienes nada que agradecer, más bien, debo que hacerlo al decir esas palabras con notable sombrío en su rostro, ahínco en la palabra ‘tengo’, porque sí, tenía, era su deber, no tenía opción. El mafioso obviamente no lo pasó desapercibido y al ver que Joongie bajó su rostro velozmente lo tomó de su barbilla para verlo a los ojos.

No lo digas de esa forma, se que es duro para ti la palabras que fluían de la boca del narcotraficante  sonaban como si un hermano se lo dijera a otropero sabes qué es algo que no podemos evitar sin embargo, no podía negar que aunque su jefe fuera amigable, amable y dulce con él cada mil años, nunca, al momento de hablar dejaba de un lado quien era el patrono aquí.

Ya lo sé dijo sumisamente quitando son cuidado la mano del mafioso, así de esa manera no irrumpiría en un grave regaño por parte del mayor. Terminó mirándolo de nuevo a los ojos, por si quería decirle algo más –Óyeme, yo no te metí en este problema comenzó otra vez, era la cuarta o quinta vez en un año y medio que le decía lo mismo fueron tus padres, ellos sabían perfectamente que si rompían con nuestro trato, yo personalmente iría por ti y te traería a mi casa– La cosa era así, los Srs. Kim necesitaban dinero e hicieron un trato con el poderoso ‘Comerciante del mercado negro’ sí, poderoso porque muchos le temían, conocían a ‘El oscuro’ del que se hablaba allá afuera, en las calles y entre las personas en el mundo de la mafia, pero ellos rompieron las clausulas de este MAL contrato terminando así jae a sus 17 años en casa de ‘El obscuro’. De tal manera empeñaron a su propio hijo, con todo el dolor en su corazón, pero no tenían salida, si querían que la hija menor de los Kim sobreviviera lo harían, es sólo que nada terminó como lo planeado. Gastaron más del dinero estimado y la pequeña a fin de cuentas murió y como un viejo dicho ‘Les salió el tiro por la culata’.

Eso también lo sé dijo ya con lágrimas en sus ojos, intentó alejarse para que el millonario detuviera toda esta dolorosa plática que siempre le quebraba el alma pero él, tercamente continuó torturándolo así con sus palabras que cabe destacar eran más como si un amigo hablara con su amigo de toda la vida, pero era un situación que Jaejoong no superaba.

Tus padres están trabajando para darme el dinero que me deben, tu ya lo sabes, en cuanto ellos me lo entreguen, tú serás libre en ese mismo instante– dijo, pero aún así, por más lindo que lo pintara, lo fácil y emocionante que sonara, él sufría un infierno allí, no le faltaba comida, ni ropas tampoco, incluso le permitía estudiar y para especificar lo que jaejoong quería. Para ser precisos no le faltaba nada… material… ¡Porque claro que le faltaban! Le faltaba su hogar, sus padres, sus amigos y su hermana… ¡SU HERMANA! Su pequeña princesa, su pequeña muñeca, la luz de sus ojos y por si fuera poco, su novia, suena raro pero es verdad, fue obligado a dejar a su novia. Se preguntaran porqué, pues porque el patrón aquí, le dijo- ‘Si no quieres que nadie salga lastimado sin culpa, o perjudicado, por favor te lo pido amablemente, corta toda relación con tus amigos y si tienes novia hazlo también, yo no sé como reaccionaré y para ser franco podría usarlo como un punto débil’- Algo que también debemos dejar claro es que, él era muy sincero y tampoco le gustaba que personas inocentes terminaran involucrados; si de ser extrema la situación podría usarlo.

Eso también me lo has dicho… dijo casi mecánicamente Hero. Quien le recordaba día a día en el problema que se encontraba, sólo pudo finalizar su discurso con un:

–Lo siento… miró al menor con lástima y le deseó buenas noches; sólo respondió -descansa… Se acostó a “dormir” o más bien intentar dormir, esa noche no paró de llorar, al día siguiente no bajó a desayunar, nadie dijo nada. Realmente quien debería decirlo, no lo dijo, pues bien sabía la razón, las veces que tocaban ese tema a la fuerza o sólo porque con simpleza surgió, él no comía mucho o simplemente se saltaba las comidas, no salía de su habitación a menos de que fuera estrictamente necesario, nadie intentaba cambiar la situación o perturbar más al pelioscuro. El mafioso tampoco tenía tan mal corazón, aunque todo el mundo lo catalogaba como frío, sínico, sangriento,  manipulador, calculador, sanguinario y hasta bestial, dentro, muy dentro, quizá muy, MUY a lo profundo había una persona cálida, con bien corazón, amable y dulce.  Tal vez realmente estuviera muy adentro de él, la verdad sí, era muy frío y en esta vida hay que ser sinceros, era todo un casanova, rompe corazones entre las chicas y los chicos también. Es sólo que con un pasado como el de él, crecer en una familia de ese tipo no ayudaba mucho en tu vida futura.  



Joongie… ¿en qué piensas? Preguntó Yoohwan dulcemente. Joongie con fastidio no muy notable contestó En que iba a pedirte que nos alejáramos un poco de todos, tengo algo que mostrarte El pequeño yoohwan se había emocionado, más que por pensar que le daría algo por su cumpleaños, porque era la primera vez que su Jaejoongie le pedía estar solos, claro que antes lo habían estado, pero jamás porque este lo pidiera por sí solo...








Fin :3 Continuará *COMENTEN T^T*

N/A : 'El tiro por la culata' es una expresión muy usada en Venezuela, refiriéndose a que 'quisiste hacer algo, pero desgraciadamente ocurrió otra'
Cualquier interrogativa, podré contestarla :3