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jueves, 19 de julio de 2012

En un día de lluvia. Versión Shoujo.





   Título: En un día de lluvia.
Versión: Shoujo.
Autora: Athena Leciel.
Parejas: Allen/Arien. (Personajes propios).
Género: Romance, Medio-Humor.
Advertencia: Ésta historia posee una versión yaoi, publicada aquí mismo en el blog, escrita por mí misma.
Extensión: One-shot.
Estado: Terminado.







En un día de lluvia.






     –Arien– llamó desde la cocina.

     –¿Uh?– respondió casi por inercia.

     –¿Qué haces?– preguntó intrigado al verla allí, sobre el sofá, acurrucada con su rostro pegado a la ventana ofreciéndole toda su atención a lo que sea que le inspirara curiosidad, como lo hace un niño cuando ve un juguete nuevo que ha de querer.

     –Viendo la lluvia caer– respondió con simpleza en un tono voz pacífico. Quien formulaba el cuestionario se acercó a ella, parándose a su lado observando su rostro, analizando su amansado perfil. Blanca, muy blanca con un ligero sonrojo. Sonrió.

     –¿Qué no es eso un poco deprimente?– cruzándose de brazos, la interrogada no había notado que Allen, su amado, estaba justo a su lado mirándola con una sonrisa embobada.


       –Uh oh– negó, con su vista aún, en las gotas cayendo.

     –¿No lo crees?– caminó hasta posarse tras su espalda y abrazarla, guiando sus brazos por el cuello de la mayor, dejándolos caer en su pecho; movimiento que sobresaltó a la misma; Arien quien se sorprendió al sentir el tacto del menor, respondió su abrazo con dulzura y parsimonia, dejando reposar su sonrojada mejilla en el brazo moreno que pasaba por su pecho, haciendo un suave movimiento que indicaba caricia, una dulce caricia.

     –Nope, no lo creo– dijo en tono infantil.

     –Yo si lo creo– buscaba la manera de molestarla un rato, había estado muy tranquila toda la mañana.

     –Pero yo no– negó nuevamente. El moreno sonrió.

    –En las películas, siempre que llueve, es porque algo triste pasó– intentaba molestarla, para él quizás si fuera un poco triste ver la lluvia caer. O tal vez era sólo la impresión que habían dejado las escenas de la película que ambos habían visto la noche anterior. Pero para ella, era algo mágico, era la magia de la naturaleza.

     –Allen, eso es solo algo que te muestra la película, esto es la vida real y es más lindo– dijo casi en tono caprichoso, como lo haría un niño cuando intentan quitarle algo que le pertenece y no quiere entregarlo. Quizás ella sentía que Allen quería quitarle esa paz al ver la lluvia caer, pero no lo permitiría porque le pertenecía.

     Allen sonrió, subiendo su cabeza, para dejarla reposar sobre la de Arien y ambos, mirar a través de la ventana.

     La lluvia caía a su propio ritmo, el viento le invitaba una pieza y el agua al ser invitada, le concedía el honor de danzar con elegancia y ofrecer tal escena a todo aquél, que en ése momento le otorgara toda su atención.

     Las gotas iban de un lado a otro, el viento las llevaba y las traía; el sol de lluvia, desde las alturas, brindaba el brillo más radiante. La vista era increíble. Ambos sumergidos en tal espectáculo.

     Hermoso era, poder observar como esa capa blanquizca tomaba una extraña, pero fascinante tonalidad, el reflejo de cada rayo de sol, en cada gota de agua, lo hacía como parte de un ensueño en el más amable cuento de hadas.

     Puesto a que era la simpleza de la naturaleza, en su máxima expresión, la que podía brindarle al mundo entero algo tan lindo como éso.

     –Para mí, es hermoso– en las pupilas de la hermosa muchacha, podía verse reflejada la ilusión que inspiraba ésa danza natural.

     –De hecho lo es– dijo él, dándole la razón. Ella victoriosa sonrió y hasta emocionada, de compartir sencillas emociones con la persona que amas, es una gran dicha, tanta como la ternura que la lluvia, provocaba en ella esa mañana –Pero…– se separó de ella y entonces por primera vez en todo el momento, la chica pálida de labios rosados, desvió su mirada al girar su rostro para ver a Allen –¿Tú no lavaste la ropa ésta mañana?– preguntó él.

     –¿La… ro-pa?– esa mañana, ella había lavado toda la ropa que ambos, habían usado en la semana, además de haber aseado su casa. La casa que ambos compartían, no estaba casados, pero vivían juntos –¡¡LA ROPA!!– corrió lo más que pudo y fue a la parte trasera de la casa, a tratar de rescatar todo el esfuerzo, que ahora era esfuerzo perdido. –¡Dios, Dios, Dios!– exclamaba una y otra vez mientras iba en camino –¡¿Cómo pude olvidarlo?!– desde la sala de la casa, sólo se escuchaban las carcajadas de Allen, quien antes de todo, había recogido la ropa de los tendederos.

     Al llegar al patio trasero descubrió que, no estaba y entonces aterrada miró por todos lados y visualizó el montón de telas de diferentes colores apilados en una silla y supo que él lo había hecho con la intención de molestarla, regresó a la sala y lo vio reírse, descaradamente en su cara.

     –Te mataré, Allen– amenazó, abalanzándose sobre él, golpeándole suavemente, mientras él solo evitaba sus golpes mientras reía y se burlaba de ella.

     –Eso es lo que tú crees– hizo fuerza para quitársela de encima y salir corriendo. Ella fue tras él, iba a matarlo. Él se encerró en el baño mientras continuaba carcajeándose de ella.


     –Sal de ahí, Allen– golpeaba la puerta del cuarto de baño.

     –Sí, ahí mismo que salí; estando tú ahí, amenazándome, ya está que salí.– agregó mientras se reía de ella –Tú si eres tonta, ¿qué harías sin mi?– seguía riendo tan fuerte como podía–tonnntaaa~~–.

    –Allen… no me provoques– dijo ella haciendo pucheros. Que él, por estar dentro del baño no podía ver, pero en la mente de ella, una idea se formulaba. Oh si, se vengaría.

    –¿Sí?, ¿Y qué me harás?– preguntó él. Pero no recibió respuesta de ella –Arien~– llamó, esperando una respuesta.

     –Nada…– rió maliciosamente.

     –¡¡AHH!!– fue la prueba. –¡ARIEN!– gritó él, ella comenzó a reír.

     –Te dije que no me provocaras– ella escuchó la puerta del baño abrirse y en menos de unos segundos, frente a ella, estaba él empapado, de agua fría de la nevera. Que ella había tomado para lanzarla a través de la ventanilla del baño.

     –Eres tú, quien va a morir– entonces ella, al escuchar esas palabras emprendió la carrera a la parte delantera de la casa.

     –Jajajaja, te dije que no me provocaras– y él la alcanzó, abrazándola por la espalda, mojándola con su ropa húmeda –¡No!, ¡Déjame, estás mojado!– pedía ella, estando dentro de los brazos de él.

     –Pues, no, no te dejaré– la estrujó más, pegándola a su amplio pecho.

     –¡Argh!– ella forcejaba removiéndose, intentando escapar de sus fuertes brazos. –¡Vamos, quítate!– seguía luchando contra él, entre risas y carcajadas. El momento se prestó para toda clase de bromas entre ellos, se golpeaban, se mordían, luchaban por ver quién era más fuerte que quien, todo eso, mientras la lluvia caía.

     Luego de tanta lucha por parte de ambos, habían quedado cansados y exhaustos. Acostados en el piso, descansando Arien tenía su cabeza sobre el pecho de su amante, mientras él le acariciaba el cabello.

     –Gracias~– susurró ella.

     –¿Por qué?– preguntó él, viendo como poco a poco iba escampando.

     –Por recoger la ropa– dijo entre pequeñas risas.

     –Jajaja, ¿Ves?, ¿Qué te harías sin mí?– preguntó él, recibiendo un golpe por parte de la mayor –Ouch– río suave ante tal gesto por parte de su amada.

     –No alardees– dijo caprichosa.

     –Mira– señaló el cielo. Ella llevo su profunda vista a donde el dedo índice del otro lo indicaba.

     –¡¡Woah!!– se sentó de golpe para ver mejor, en el cielo, como si de una pintura en lienzo se tratara, hecha por el más ágil y talentoso pintor, el arcoíris se mostraba resplandeciente con sus colores en sus mejores tonalidades.

     Eran tan nítidos cada color, haciendo un perfecto arco que era como si estuviera cayendo de verdad, como si en realidad siguiéndolo con la vista se pudiese encontrarle fin y llegar hasta la olla de monedas de oro.

     –Es hermoso ¿verdad?– la abrazó de la cintura, acercándola a él.

     –Uh hu– dijo, sonriendo –¡Es hermoso!– dijo emocionada.

     –Tan hermoso como tú– dijo él con cariño, provocando que el sonrojado rostro de la muchacha, tomara un color más profundo aún. Ella volteó para verlo, para encontrarse con su mirada indescifrable. Y lentamente sus rostros fueron acercándose.

      Cuando se está enamorado, muchas palabras están de más. El amor, es como un segundo lenguaje, es de hecho un idioma, que solo las personas que verdaderamente profesan con fervor ése maravilloso sentir, pueden llegar a comprenderlo. Ellos definitivamente entendían muy bien ése idioma ya que, ésa mirada solo bastó para que sus labios se unieran, puesto a que era  amar algo tan simple, que al ser expresado de manera tan sincera en un día normal, en un día de lluvia; era la más preciosidad natural.


Fin~

Espero les guste >3<

La razón por la que decidí hacer versiones shoujo es porque hay personas 
sé les gustaría leer mis historias pero no disfrutan del yaoi, así que hago las dos versiones.
Yaoi y shoujo. Y aprovecho de una vez para publicarlas acá (las versiones shoujo).
Espero sea de su agrado para quienes lo leen~

martes, 17 de julio de 2012

Todo el tiempo.




Título: Todo el tiempo.
Autora: Athena Leciel.
Parejas: Yoosu.
Género: Romance, Slash.
Extención: Drabble.
Advertencia: ¿Muy corto? e3é




Todo el tiempo.




     Miré a través de tus profundos ojos, notando en ellos el brillo de la inocencia, la sencillez del amor y la calidez de tu alma. 

     Yoochun... susurraste con nerviosismo.

     Shh, baby te silencié con calma, pegué tu cuerpo a la pared y comencé a besar tus dulces y gruesos labios de la manera más cariñosa que conocía. Mientras tú sonrojado cerrabas de tanto en tanto tus ojos.

     Chun... sonreí, entendía tu temor, todo esto era nuevo para ti. Nunca nadie te había amado de esta manera, tú nunca antes habías amado de esta manera.

     Junsu, baby, todo está bien y volví a mirarte a los ojos.

     Tengo... miedo... me aparté un poco. Te miré y besé tus sonrojadas mejillas.

     Está bien besé tu frente y caminé al sofá. Estando en tu casa, con la posibilidad de que tu hermano llegara y te viera, tenías todo el derecho de asustarte, te amaba tanto que no pensaba presionarte, te acercaste a mi con tu semblante obscuro y en un tono muy poco audible te disculpaste, yo tomé tu rostro con ambas manos para calmarte, dejé posar un tierno beso sobre tu nariz y sonreí para entonces dirigir todas mis palabras a ti.

     Junsu, baby, no hay de que preocuparse, tenemos todo el tiempo del mundo para éso, ¿si?...

     Pero... te interrumpí.

     Pero nada entonces te abracé -no quiero presionarte. Te amo mucho, baby. Podemos esperar, puedo esperar- tú aún seguías con tu rostro obscuro ¿Qué tal si salimos a comer helado? te pregunté, tú aceptaste y entonces fuimos a tu heladería favorita.


     La diferencias de edades, con frecuencia son un problema entre las parejas pero yo, no iba a permitir que entre nosotros, ése problema se diera; si bien era mucho mayor que tú y por eso entendía y sabía perfectamente como contenerme hasta esperar el momento adecuado para dar un paso más grande en nuestra vida de parejas. Estaba contigo por tu pureza y no pensaba ser el bastardo que rompiera esa esfera mágica de tu esencia, tu forma de ser. Tampoco dejaría que otro lo hiciera, tenía planeado una vida larga y duradera contigo. Así que, esperaría, de hecho, esperaré, porque tenemos todo el tiempo de mundo para ser felices.



Fin~





*~*Nota de Autora*~*

Omo~ Esto se me acaba de ocurrir, me puse a escuchar a un grupo de acá de mi ciudad natal
que hacía mucho no escuchaba y, no sé, me dieron 
ganas de escribir y esto fue lo que salió. xD

Mi pareja favorita, número 1, es el Yoosu. Y siempre termino escribiendo de otros xD 
Por éso la pareja del día de hoy es Yoosu.

Espero les guste, es muy normalito y sencillo. Me gusta mucho la sencillez x3
Por eso la mayor parte de las cosas que escribo son así x3

Pero de verdad espero les gusta aunque sea un poco >3<

Por cierto, quería agradecerles a todos quienes han estado leyendo mis fics, comentando y siguiéndome >3< ¡¡De verdad me hacen muy feliz!! A todos quienes comentaron, les respondí en otro comentario agradeciéndoles, pero también les agradezco a aquellos que sé que leen aunque no comenten. De verdad, me alegran mucho >_< ¡Me esforzaré cada vez que escriba!
Hasta lueguito~
Athena Leciel~

lunes, 2 de julio de 2012

Fantasmas de un espejismo.




Título: Fantasmas de un espejismo.
Autor: Athena Leciel.
Parejas: Yunjae.
Género: Romance, Angst.
Advertencia: Final ramdom.
Extensión: Drabble.
Estado: Terminado







Fantasmas de un espejismo.




     Fantasmas del pasado que aparecen en el ahora. Esos que han sido olvidados y cancelados; apartados, desechados. ¿Ahora quieren abrirse paso en mi vida?

     Encontrándome en medio de la nada, parado en el punto exacto donde parten dos caminos y la duda de cuál será el correcto al elegir. ¿Rendirme o seguir adelante? ¡Ya no siento fuerzas de seguir!… pero…  ¡Pero quiero ver que hay más allá de todo éste dolor,  yo… yo quiero seguir…!

     ¿Qué hacer cuando te has ido de mi lado? La realidad es que estás y te veo, te observo y te analizo. Pero, es como si estuviera solo. No siento tus dulces manos recorrer ya más mi rostro. No vislumbro tus ojos profundizarse en los míos, ni mucho menos tus labios pronunciar con una amable sonrisa mi nombre.

      Si observo mi realidad, no hay nada de malo en ello. Se supone que todo está bien pero, ¿cómo está mi interior?... Es como si un agujero negro se instalara en mi pecho y por él, entraran a mi cuerpo y a mi mente todas esas cosas que me hirieron en el pasado.

      Las veo frente a mí, las escucho reírse de mí mientras se acercan queriendo dañarme más. Puedo casi jurar como todo se ensombrece, como el lugar en el tiempo que mi masa corporal ocupa se obscurece, dejándome en penumbras. Las tinieblas están muy cerca de mí y con desesperación busco una luz; busco tu rostro, mi respiración se agita y comienzo a escuchar una voz vacía a lo lejos.

     Busco y me mantengo buscando, corro de un lado a otro, pero no veo nada. ¡Me siento atrapado!, vuelvo a escuchar tu voz, cada vez se hace más fuerte y más entendible. Mucho más audible.

     –¡Yunho!– me llamaste con la expresión más preocupada que pudiera haber visto antes en tu cara –Yunho ¿estás bien?– sentía todo mi cuerpo mojado, pegajoso –Estuviste gritando de forma rara, Yunho. ¿Tuviste pesadillas?– me preguntaste casi encima de mí, estando apoyado sobre la cama en la que mi cuerpo estaba tendido. Yo aún intentaba entrar en la realidad del mundo real y esperaba a que mis ojos se acostumbraran a la claridad. ¿Fue una pesadilla?.

     –Sí, Jaeboo, estoy bien– asentí, levantándome para darme una ducha –Tomemos juntos una ducha– te invité y tú aceptaste sonrojándote. Era sábado y podíamos descansar un poco, te llevé de la mano y ambos entramos juntos al baño, quería disfrutar de tu amor.

    Quizás todo lo que en estos días estuve sintiendo, fuera producto del cansancio y el estrés, y mi subconsciente fue amable, sarcásticamente hablando, claro; de llevarlo a mis sueños y torturarme más con ello. Mi mente jugándome sucio, como siempre. Dolía pensar que ya no eras igual, cuando sigues siendo exactamente el mismo. 

     Besándome con ternura, con pasión, con delicadeza; con tanto amor, ambos siendo mojados por el agua que cae de la regadera. Agua fría y deliciosa.  Mostrándome tantas sonrisas y tu satisfacción de ser mí chico.

     Quizás el estar agobiado con tanto trabajo, ponía a maquinar mi mente y dejaba al pasado regresar. O era quizás un simple espejismo de fantasmas del pasado. Sólo eso eran, porque todo seguía exactamente igual. Pero teniéndote a ti, un sábado como hoy, viendo películas juntos y tal vez comiendo algún helado, sería suficiente para enterrar el pasado de una vez por todas y seguir adelante. Te tomé de la espalda atrayéndote a mí, para besar con dulzura tu cuello mientras íbamos saliendo de la ducha.

     –Boo~– te llamé aún contigo en mis brazos.

     –¿Uh?– sonreías con los ojos cerrados, estabas sonrojado.

     –Te amo, no me dejes nunca– te apreté mucho más, tú te diste la vuelta para quedar frente a mi con esos ojos grandes que tienes y que me vuelven loco.

     –Jamás haría eso, Yunho– y besaste dulcemente mi frente, me miraste por un rato acariciando mis mejillas con tus perfectas y blancas manos –Deja tus pesadillas atrás– me conocías –Yo cuidaré de tus sueños–.

     Me conocías y sabías como era cuando tenía pesadillas, era débil, pero tú venías y me protegías, eras mi héroe, mi dulce Hero. Sonreí y te besé. Hoy podría dormir en paz, teniéndote conmigo.




Fin~




*~*Nota de Autora*~*

Bueno, ésto es un drabble llegando a one-shot que escribí ayer por la noche~
En realidad es un poco ramdom, si lo vemos desde algún otro punto de vista x'3
Espero que les guste~~!

Pueden comentar lo que quieran n_n
Me gustan los comentarios donde me dan sugerencias  ya que no soy autora profesional ^0^


Hasta lueguito, Athena Leciel~
Matta Nee~!