*~*Nota de Autora*~*
Antes de leer el one-shot, pongan a cargar ésta canción: -> http://www.youtube.com/ watch?v=1TrGX5Q1hKw
es "One more Thing", de THSK (Homin). Dejen la canción cargando y
comiencen a leer, que más abajito dentro de la lectura, yo les dejaré un
aviso para que empiecen a reproducir la cancion y lean con la canción
de fondo.
*~*~*~*
Título: El deseo en la Noria.
Autora: Athena Leciel.
Parejas: Yoosu.
Género: Romance y Fantasía.
Advertencia: ---.
Extensión: One-shot.
Estado: Terminado.
Autora: Athena Leciel.
Parejas: Yoosu.
Género: Romance y Fantasía.
Advertencia: ---.
Extensión: One-shot.
Estado: Terminado.
El Deseo en la Noria.
–Sabes Chunnie, una vez oí que si subes a una
noria por la noche y pides un deseo se hará realidad– te comentó de la
nada Junsu, mientras ambos descasaban en la habitación que para ése
entonces compartían, tú te hallabas acostado en tu cama y mientras que
él, sentado en la cama opuesta te miraba.
–¡Bah! Ésas son tonterías. ¿No crees que estás muy grande para creer en cosas tan infantiles?– viste su cara de sorpresa.
–Oh… ¿crees que son tonterías?– viste tristeza en sus ojos –Sí, tienes
razón, estoy muy grande para creer en cosas de niños– también viste como
hacía una mueca rara para sonreír, se levantó de donde estaba –Bueno
Chunnie, nos vemos al rato, tomaré un baño– y salió de la habitación. Tú
te quedaste mirando la puerta. Quizás pensativo en su obscura mirada al
salir.
Comenzaste a notar que él no regresaba, sabías que a él
le gustaba estar mucho tiempo en la ducha, pero no tanto tiempo como el
que ya había transcurrido. Saliste para buscarlo y al acercarte al
cuarto de baño lo escuchaste, escuchaste sus sollozos. ¡Qué idiota eres
Park Yoochun! Sabes perfectamente que Junsu era muy sensible con ésas
cosas. Maldijiste para tus adentros.
Esa noche al momento de
dormir, se sintió extraño. Quizás no tuvieron la misma conexión que
siempre tenían entonces pensaste que quizás, para el día de mañana todo
estaría normal.
Pero luego de ése día, las cosas empezaron a
retomar otro rumbo. Junsu casi te ignoraba, ya no dormían juntos. El
parecía esquivarte y tu relación iba de mal en peor, cualquier cosa que
hacías o decías Junsu te miraba feo. Ahora era seco contigo, evitaba
hablarte mucho o comer contigo, todo lo contrario a lo que acostumbran a
hacer. Muy poco buscaba tus labios, de hecho, eran contadas las veces
que sus labios se habían tocado durante esas semanas y eso,
definitivamente te sacaba de tus cabales y podías hasta jurar que cuando
te besaba, lo hacía por obligación, porque sus ojos no mentían y él no
sabía mentir. Y tú nunca fuiste precisamente la persona más paciente del
mundo.
Esos días que iban pasando rápidos y fugaces entre
tantos ensayos, grabaciones y responsabilidades; se iban transformando
en semanas, largas y tediosas semanas y eso no era algo que estuvieses
dispuesto a tolerar más. Simplemente no, porque no es así como era tu
relación con ése niño risueño que había dejado de sonreír, contigo.
Todo se hacía una pesadilla al caer la noche, al momento de cenar, todo
estaba en silencio, con frecuencia cebas a solas con Junsu, pero desde
que esa distancia se plasmó entre ustedes, cenaban en el comedor, los
cinco juntos y no era algo que te molestara, pero tristemente el
ambiente se tornaba pesado, incluso los demás chicos podían sentirlo;
ninguno se atrevía a preguntarte, a ti o a él. Siempre hubo claro que
los problemas de parejas, son problemas de parejas; en caso de pasar a
grados mayores, los demás podrían intervenir.
Peor era al
momento de dormir, estabas tan molesto, ya no podías soportarlo. Él ya
no dormía contigo usando la excusa barata de estar muy cansado y eso,
tampoco te agradaba, porque tenías que aceptar Yoochun, que tú pediste a
Jaejoong que se cambiara de habitación para estar más tiempo a solas,
como pareja con Junsu y él aceptó, porque se tropezaba con la misma
situación que tú, con Yunho. El delfín decidió dormir en la cama de al
lado, las habitaciones conservaban ambas camas, pero ustedes desde que
estaban saliendo y se profesaron su amor, dormían en una sola cama, era
más íntimo, más cálido y más romántico.
Aceptabas que era
Junsu quien le daba color a tus días, quien te desestresaba con sus
ocurrencias y niñadas, que era ése muchacho que frente a tus ojos se iba
convirtiendo poco a poco en un hombre, quizás tenías una visión de él
más madura, pero no era así como tú querías a Junsu, del que te
enamoraste. TU Kim Junsu.
Ésa noche no lo soportaste más y entraste a la habitación y lo viste ya acostado en la cama de al lado.
–Susu-ah– lo llamaste mientras te ibas metiendo bajos las sábanas. Por
el contrario de él ni se inmutó, lo abrazaste por la cintura. Gesto que
hizo que rápidamente él te esquivara incorporándose para sentarse, se
sentó como indio.
–Dime– te dijo sin más y eso fue algo
cortante, mucho para tu gusto; guardaste la calma. Sabías que eso era un
indicio de que estaba incomodo, lo conocías más que su madre si era
posible.
–¿Por qué no dormimos juntos?– preguntaste buscando la
manera de penetrar a fondo la situación. Lo hacías buscando la forma de
no sonar tan molesto ni tan directo. Él te miró nervioso, sabías que no
quería hacerlo. Pero tú necesitabas detener toda ésa situación antes de
que tanto tiempo junto se fuera por la borda.
–Porque estamos cansados, Yoochun– ¿Yoochun? ¿Desde cuándo él te llamaba así? Solo lo hacía cuando estaba molesto.
–Pero solo durmamos juntos, abrazados; te extraño– intentaste acercarte
a él para demostrarle tu afecto pero él hizo como si accidentalmente
hubiese tumbado al suelo una almohada y en un acto de reflejo, la tomó
esquivando tus sentimientos y eso fue la gota que derramó el vaso.
–¡¿Qué demonios ocurre contigo, Junsu?¡– preguntaste irritado con voz
baja y él, al instante subió su mirada y la clavó muy seria en tus
oscuras esferas oculares, él sabía que tenías mucho que decir –¿Estás
molesto?, ¿Hice algo malo?– él solo se quedaba en silencio y eso
irremediablemente te enojaba más, porque esperabas al menos una
respuesta, razonable, en su defensa –¿Desde cuándo me llamas
‘Yoochun’?–.
Él seguía en silencio, trataste de calmarte un poco. Era muy tarde para formar una discusión, los demás ya estarían dormidos.
–¿Sabes?, extraño tus caricias, tu compañía. Extraño nuestra relación,
Junsu– él te miró incomodo, sabías que él odiaba que lo llamaras así, él
prefería ser llamado ‘Susu-ah’ ó ‘baby’; era algo más íntimo, siempre
lo había sido entre ustedes. –Extraño que me llenes de mimos, eres mi
pareja y es normal que eso me haga falta– sentías que era momento de
decir la verdad.
–Lo siento, pero creí que estaba muy grande
para ése tipo de cosas– y no necesitaste más para comprender que era lo
que ocurría. ¿Todo era a causa de lo que le dijo aquél día por la noria?
¡Demonios Junsu!.
–¿Todo esto es por eso?– preguntaste y ahora
estabas como alma que llevaba el demonio –¡¿Todo es por lo que te dije
ése día?!– la palabra irritado se quedaba corta, sí comprendías que
Junsu era sensible con eso, pero ¿llevar hasta ése extremo su relación?
¿qué no era demasiado?.
Inmediatamente, conservando la poca
cordura que creías tener, erguiste tu cuerpo y te levantaste de la cama,
te dirigiste a la otra cama y tomaste una almohada y tu sábana con la
finalidad de dormir en el sofá. Así estuviste unos días más y ahora lo
notabas más triste. Antes lo notabas seco, ahora querías tú ser el seco.
Él se notaba triste y lo sabías, las miradas que él te dirigía lo
decían todo. Pero ahora el molesto eras tú y ¿cómo evitarlo?. Tampoco
era tan fácil como todos creían.
Una vez escuchaste como
Changmin le preguntaba a Junsu que ocurría entre ustedes y él solo le
decía que habían tenido una pequeña discusión.
Un día normal,
notaste la fecha y ése día se acercaba… comenzó a entrar en ti un temor.
No sabías que hacer, pero siempre esperaste ése día con ansias aunque
no lo demostraras ni se lo dijeras con certeza a tu novio.
Lo
mejor que se te pudo ocurrir fue dejar una carta sobre la mesa que
estaba al lado de la cama de Junsu ésa noche antes de irte a dormir,
mientras él ya conciliaba el sueño. La dejaste y te fuiste a la sala
“Te espero mañana a las 6:00pm en nuestro lugar,
Chunnie~ ♥”
Bien, ya mañana era su primer aniversario y necesitabas conseguir la
forma de estar bien con él. Así que pensaste, que quizás si él fuese
ése día podrías disculparte con él y celebrar su primer aniversario.
Esperabas que todo saliera muy bien.
–Ah– suspiraste, comenzaba a hacer frío y eran las siete en punto de la
noche y él aún no llegaba. ¿Tan enojado y triste estaría que ni
siquiera se atrevería a ir a verte en su primer aniversario?
Definitivamente te estabas desesperando, juraste que si Junsu no
llegaba, todo terminaría y le dirías las cosas como eran.
–Eeh~~– escuchaste de pronto. –¿Es que acaso Chunnie me plantó?– ésa voz
por su puesto te era inconfundible. Decidiste caminar hacia donde ése
melodioso y especial sonido provenía.
–¿Plantarte?– preguntaste
al verlo allí acurrucadito en el piso, contra su propio cuerpo para
darse calor así mismo–Llevo mucho rato esperándote, Junsu.– reconoces
que tu voz no fue la más agradable.
–¡Chunnie!– y viste la emoción en sus ojos. Él se levantó de golpe y saltó sobre ti, casi tumbándote.
–¿Por qué tardaste?– le preguntaste, aunque su gesto anterior te
enterneció hasta el alma, te sentías un poco molesto por su tardía.
–¿Tardarme?– se separó un poco de ti para observarte con esos ojos
grandes que tanto amas –Chunnie, llevo acá más de cuarenta minutos– dijo
con sinceridad, sabías que estaba diciendo la verdad. Tu Junsu no sabe
mentir y tú lo sabes.
–Oh, ¿entonces…?– te detuviste y
comenzaste a reír como tonto –Junsu, nos estábamos esperando de lados
distintos– y le señalaste y él entendió, ambos comenzaron a reír hasta
que un silencio se internó en ambos. Lo sabías, era incómodo y lo
sentías. Él no sabía qué hacer y tú tampoco te quedabas muy atrás.
Miraste hacia muchos lugares viendo hacia donde ir o que hacer. Era su
primer aniversario, no podrían desperdiciarlo. Era algo que siempre
escuchaste que Junsu quería, él siempre te decía “Chunnie, cuando
cumplamos nuestro primer aniversario, debe ser especial, ¿sí?” tú solo
le asentías cada vez que te lo decía “Chunnie, nuestro primer
aniversario deber ser el mejor” nuevamente, tú le decías que sí y lo
abrazabas muy fuerte.
–Chunnie– lo oíste llamarte quedito. Aún
estando dentro de ese abrigo y estar envuelto por la bufanda roja que le
regalaste en su último cumpleaños, bajo ése gorrito de color negro que
también le habías regalado algunos meses atrás para evitar que el frío
se colase desde la parte superior de su cuerpo y helara sus lindos
cabellos. Volteaste de donde tenías tu mirada y lo viste con su mirada
agachas –Ten…– te extendió una cajita mientras te susurró – Feliz primer
aniversario– y sonreíste. Todos los días de tu vida te preguntas: ¿cómo
puede caber tanta ternura en su ser como tu novio?.
–Woah–
dijiste con entusiasmo e intentaste cambiar el ambiente, porque de
verdad, Junsu te cambiaba los días –Veamos que podría ser– y lo miraste
con una picardía tierna; lo sabías, sabías que ése tipo de reacciones en
ti, a tu amado le encantaban. Viste como sus ojos brillaron de emoción.
Lo abriste y moriste, bueno, no moriste, pero casi ¿A qué fue adorable
que te regalara una bufanda igual de roja? –¡Me encanta!– simplemente
decías la verdad –¡Gracias mi amor!– lo abrazaste fuerte y
protectoramente. Entonces le pediste que ayudara a colocártela y
mientras lo hizo, sus caras estuvieron cerca y posaste un tierno beso en
su mejilla –Te amo, feliz aniversario–.
Él se sonrojó porque
era así de adorable. Entonces, notaste como él buscaba algo y luego de
un rato, su cara se descompuso de manera cómica, era un puchero enojado.
–Chun…– sus cachetes estaban inflados –¿Dónde está mi regalo?– te
preguntó sin ningún preámbulos, su relación siempre ha sido así, desde
que eran amigos.
–¿Regalo?– lo hiciste apropósito, tú amas ver
esos cachetes infladotes como de pez globo –¡Oh!, ¡Lo olvidé!– y
fingiste sorpresa. Los ojos de tu amado se ensancharon y bajó su cara
lentamente. Se dio media vuelta y comenzó a caminar. Fuiste tras él,
comprendiendo que quizás no fue la mejor broma, lo tomaste del brazo,
pero él se soltó.
–¡Déjame!– te dijo, su voz sonaba rota.
–Tonto– lo abrazaste por detrás, mientras él solo te susurraba cosas
como, “Eres un tonto” ó “¿Cómo pudiste?”; también golpeaba tus brazos
débilmente y sollozaba –Tonto– le dijiste una vez más –¿Cómo podría
olvidar eso? ¡¿Estás loco acaso?!– lo giraste rápida y bruscamente para
estar frente a frente, secaste sus lágrimas y besaste su frente
sutilmente –Sígueme– le pediste y ambos caminaron.
No tardaron
mucho en llegar al centro de todo el parque de atracciones y no dudaste
un solo momento en posar tu cuerpo detrás de muchas personas, en un
orden que hacía demostrar era una fila en espera para algo.
–Chunnie…– lo escuchaste susurrar, tan bajito que solo tú pudiste
escucharlo y dirigiste tu mirada hacia él. Sus ojos grandes estaban
mirando con ilusión la noria que ambos tenían en frente.
–Shhh–
le pediste y él buscó tu mirada, la cual tú dulcemente respondiste.
Sonreíste y él también lo hizo con sus ojos cristalizados. No faltó
mucho tiempo para estar de primeros y para la suerte de ambos, eran
cubículos para dos personas. Y entonces llegó su turno y ascendieron. Se
sentaron el uno frente al otro y la noria comenzó a moverse. Según
tenías entendido, desde que colocabas un pie dentro del cubículo y
empezaba a andar y llegaba hasta la cima, tenías diez minutos, los otros
diez eran para bajar.
–Junsu…– lo llamaste y él te dio toda
su atención, siempre lo hacía. Él te dedicaba su vida y muchas veces a
causa de tus groserías herías sus sentimientos. Pero era él tan
adorable, tan amoroso que cuando te arrepentías siempre te decía que
todo estaría bien y que era normal que las parejas tuvieran algunas
diferencias. –Lamento mucho lo que te dije… Yo… no fue mi intención
hacerte sentir así. Sabes que te amo y que no me importa si ése tipo de
cosas son tontas. Eres la persona que amo y contigo, podría ser el
idiota más feliz de todos y además de és…– escuchaste su peculiar
sonrisa abrirse paso estrepitosamente, sabes que se rió así por tu
expresión.
–Chunnie, hablas mucho…– lo miraste ya que no
pudiste evitar sorprenderte al escuchar que te dijera eso. Pero más te
sorprendió lo que hizo antes de callarte, posar sus labios sobre los
tuyos. Sí, eso era algo que él nunca antes había hecho, besarte de ésa
manera para callarte. –Está todo bien, te amo– y sonreíste. ¿Salvaste el
mundo en tu vida pasada? ¡Eras el más afortunado de todos!
Luego de eso él se quedó en silencio, y eso te preocupó un poco, sabes
que tu novio es un parlanchín de primera. Viste como se acercó su cuerpo
hacía la ventana de cubículo de la noria y unos segundos más tardes lo
seguiste acercando tu cuerpo al suyo y supiste que era el momento
adecuado para darle su regalo, lo abrazaste tan dulcemente por la
espalda y le diste un beso en la mejilla. Sentiste como su cuerpo
respingó y sin pensarlo más lo giraste delicadamente hasta quedar frente
a ti. Sacaste una pequeña cajita y la pusiste delante de él.
(Aquí, empiecen a reproducir la canción aquí hasta el final, si no leen
tan rápido, no importa, reproduzcanla una vez más o todas las que sean
necesarias xD)
–No sé si hacer deseos en las norias puedan
hacerse realidad, pero real es mi amor por ti– le declaraste con
palabras torpes, admítelo, estabas nervioso. Él te observó y luego
dirigió su viste hacia la pequeña cajita que sostenías ante él –Feliz
primer aniversario, Susu-ah– dijiste con calma. Tus manos estaban
temblando, al instante abriste la cajita que dentro, yacían dos anillos.
Sabías perfectamente que ése niño dentro de ése cuerpo tan
proporcional como el suyo amaba los objetos emparejados y lo viste,
viste como sus ojos brillaron de emoción –¿Quieres ser el amor de toda
mi vida?– le preguntaste sin más rodeos. Lo amabas y querías pasar tu
vida con él, no importaba si el matrimonio entre hombres era todo lo que
todos quisieran, con vivir con él para ti era más que suficiente. Al él
escuchar semejante pregunta su sonrisa no pudo ser más grande. Cada
momento que pasaban juntos era como enamorarse de nuevo, con cada
mirada, cada sonrisa; cada momento compartido juntos era más que
suficiente para que ése amor que se profesaban fuera más grande y más
hermoso, cada día fuera más real y tú, simplemente eras feliz de poder
vivirlo y sentirlo. De poder tener a un niño ruidoso contigo.
–¡Sí!, ¡Por supuesto que deseo ser el eterno amor de tu vida, Chunnie–
Estabas feliz de escuchar su respuesta, entonces sentiste cuando se
lanzó sobre ti y besó tus labios y tú ni corto ni perezoso
desaprovecharías ése momento. Cuando él se alejó para verte con ésa
característica alegría en él y comenzar a reír, lo tomaste de su mentón
guiando su adorable rostro hasta el tuyo posando tus labios sobre los
suyo haciéndose así la unión de un deseo que más que un deseo era una
promesa.
Fue un beso libre de lujuria, no había paso para
sentimiento tan carnal como ése en medio de un momento tan mágico como
el que les estaba ocurriendo y entonces con delicadeza lo apartaste,
tomaste su mano derecha y le colocaste el anillo que sencillo
varonilmente hacía lucir su mano mucho más hermosa de lo que era. A
continuación, él tomó la tuya imitando el mismo gesto que anteriormente
habías practicado en él. Cuando hubo finalizada toda acción ambos
sonrieron como adolescentes recién enamorados, quizás así debía ser su
amor, porque quizás debía ser tan puro y sencillo, pero a su misma vez
el más tierno de todos. El más verdadero, como el de los cuentos de
hadas.
–Sabes Chunnie, cuando empezamos a salir yo recordé algo
que hice cuando era niño. Entonces, cuando tuve mi primer día libre,
vine a esta noria y subí a ella. Dentro de ella pedí un deseo– Tú solo
observabas como él absorto en sus diálogos te hablaba con una de las
miradas más emocionadas e ilusionadas. Él miraba el anillo, sonreía
como idiota, como el niño que era. Como de quien te enamoraste. El
dirigió su vista a ti y te sonrió. Y tú como un idiota realmente
enamorado lo abrazaste una vez más y le preguntaste:
–¿Qué deseaste?– él respondió tan cariñosamente tu abrazo mientras con voz dulce te iba respondiendo.
–Que el deseo que una vez hice de niño, se hiciera realidad– te
respondió y poco a poco la noria fue llegando hasta su final y ambos
descendieron de ella. Estaban tan felices, tú en especial. Te quedaste
pensado en querer saber que era exactamente ése deseo.
La
noche para ambos fue la mejor y no podías evitar embobarte cuando
estabas cerca de él y de sus locuras. Compraron algodón de azúcar y lo
comieron juntos. Y sí muchas personas los miraban feo y raro; muchas
eran caras de intrigas pero ambos estaban seguros en no ser
descubiertos. Estaba nevando y ambos estaban muy escondidos en sus
ropas. Le hiciste la pregunta que merodeaba por tu mente y él tan solo
te respondió “Aún no es el tiempo, Chunnie” dándote un tímido beso en la
nariz.
–¿Y se hizo realidad?– preguntaste ansioso. Él rió fuertemente y te dijo que sí. Se estaba haciendo realidad.
Y pudiste jurar que fue el día más hermoso de tu vida, el más
precioso. Definitivamente te habías esmerado en hacer que su primer
aniversario fuera el más bello e inolvidable.
Lo llevaste a
cenar a su restaurant favorito y él lucía tan hermoso y animado. Verlo
así te producía tanto amor. Tanto amor tenías por darle qué sentías que
toda tu vida jamás sería suficiente para demostrarle y darle todo lo que
ése pequeño ser de ojos saltones y muy expresivos merecía. Y quizás
comenzabas a creer que los deseos si se hacían realidad y que los
cuentos de hadas, eran hechos tomados de la vida real. Reíste para ti
mismo observándole pensando en cómo ese chico risueño había cambiado
toda tu vida en todos los aspectos que podrías encontrar. Entonces
pesaste que quizás tú deberías ir y hacer un deseo también, porque
quizás, los deseos en las norias si podían ser reales y si lo deseabas
con todo tu corazón.
Ésa noche durmieron juntos de nuevo y
amanecieron más amorosos que nunca y sabías que todos lo habían notado y
todo regresó a la normalidad, pero con una diferencia… Creías en que
las Norias eran mágicas.
El tiempo iba transcurriendo y los días
juntos eran más hermosos y felices, siempre discutían por algo, pero
luego recordaban que su amor era más grande y lograban resolverlo lo
antes posible y cada que eso ocurría, ambos se convencían de que eran el
uno para el otro y que de que su amor, era el más verdadero.
Cada
año que cumplían, iban a la noria. Y ése año no sería la excepción.
Cuando estabas en la punta, comenzaste a recordar y a sonreír solo. Como
el mismo idiota enamorado y embobado que habías sido durante toda tu
vida. Ahora que Junsu no estaba más en éste mundo, recordabas cada cita
en ésa noria, y no pudiste reír como un galán idiota, a pesar de los
años que la vida te ponía en los hombros.
–¿Sabes Susu?, los
deseos hechos en las norias si se hacen realidad– dijiste para el viento
–A pesar de tu partida, sigo amándote como a nadie en el mundo–
sonreíste con añoranza. –Nuestros hijos crecieron muy bien ¡fuiste un
padre muy amoroso! Ellos aún dicen que a pesar de todo, la casa se
siente alegre. Es como si aún estuvieras con nosotros– reías hablándole
al viento que entraba por la pequeña ventana del cubículo la noria
–Dandelion nació hermosa y ha estado creciendo muy bien, cuando cumpla
siete años, la traeré acá y le hablaré sobre el abuelo maravilloso que
está en el cielo cuidándola– entonces te sentaste y comenzaste a
derramar una que otra lágrima, pediste al portero que te dejara subir
solo a la noria. Querías privacidad, era tu aniversario. Ésas lágrimas
eran unas de alegrías y otras de tristeza. Habías tenido una vida
hermosa al lado de ése delfín que la vida se empeñó el arrebatártelo tan
pronto. Pero estabas feliz, porque al mismo tiempo, la vida te había
permitido conocer las cosas más bellas y te había enseñado a apreciarlas
y a atesorarlas.
La más importante de todas ellas fue que
Junsu te había ensañado que aunque pasaran cosas malas, siempre habría
algo hermoso por lo que sonreír y seguir adelante. Y es por eso que
tenías el valor de ser feliz aunque él ya no estuviera contigo. Porque
tus años a su lado habían sido la bendición más preciosa que la vida
pudo regalarte.
Comenzaste a recordar ése año en el que Junsu
por fin decidió revelarte el deseo que hizo cuando era apenas un niño.
Fue en la misma noria, ése fue el lugar testigo de su amor, de tan
precioso amor.
–Cuando era niño una vez oí, que si subes a
una noria y pides un deseo con mucha fe y era sincero, éste se haría
realidad. Así que tan pronto pude ir a una, a los siete años subí por
primera vez y pedí mi deseo– te miró con mucha dulzura y ternura
plasmado en su ojos, su alma era tan sincera.
–¿Entonces se hizo realidad?– preguntaste intrigado. Mirándolo como a la criatura más hermosa que era para ti.
–Sí– sonrió alegremente y lo besaste de sorpresa.
Entonces la vuelta hecha por la noria llegó a su final y bajaste de
ella. La miraste con acongojo y le dijiste en susurros que el año
siguiente la vendrías a ver. Solo ibas una vez al año. Superaste tu
temor a las alturas solo por él. Comenzaste a caminar de regreso a casa,
oculto en tus ropas. Hacía tiempo te habías retirado de la música, pero
aún así no querías ser reconocido. Cuando tomaste la decisión de dejar
el mundo de espectáculo lo hiciste porque querías dedicarte a tu familia
y mientras ibas caminando te supiste sonriente recordando una vez más,
las últimas palabras que el día que él decidió revelar su secreto te
dijo.
–Puedo asegurarte mi amado Junsu, los deseos en las
norias, si se hacen realidad. Y puedo jurarte, también que eres y serás
por siempre el eterno amor de mi vida. Es eterno y como el de los
cuentos de hadas– fue lo último que dijiste. Te detuviste un instante
para apreciar como el ocaso llegaba tras el hermoso atardecer. Pudiste
casi escuchar su estrambótica risa y tú sonreíste una vez más mirando el
cielo.
–Mi deseo fue, que el amor que la vida
fuese a regalarme fuera eterno y fuera como en los cuentos de hadas. –
Porque quizás no era la Noria quien cumplía el deseo…
Quizá era la fe de un corazón puro y hermoso, uno tan dócil que movía la naturaleza y lo hacía realidad.
Porque tal vez “hacer un deseo dentro de una noria” sólo lo hacía más
romántico y mítico. Pero era la bondad e inocencia del corazón de quien
deseaba tal cosa, que hacía que ése deseo tan especial se hiciera
realidad.
Y eso, Kim Junsu, me lo enseñaste tú.
~Fin~
*~*Nota de Autora*~*
Espero les guste >3< La verdad a mi me encantó como me quedó >3< Y de verdad me esforcé mucho, disfrútenlo.
Con la canción One more thing... Fue todo casualidad xD Yo estaba leyendo para hacerle los arreglos finales y al mismo tiempo escuchaba música y, justo en la parte que les avisé para que pusieran a reproducir la canción, empezó a sonar la canción y en lo perosnal, puedo decir que quedó perfecto. xD No sé aún que dice la canción, pero hablando de la música y la melodía y que bueno hablan de "Una cosa más/One more thing".
Bueno, Matta Ne~
Athena les deja un besote y las gracias por leer~
*Hace una venia*
Hasta lueguito~
*Hace una venia*
Hasta lueguito~
¡Madre mía que historia más hermosa!
ResponderEliminarDe verdad te luciste, me ha encantado, me he enamorado de este relato. Es tan único, original, una idea tan pura, un amor tan distinto... Lograste hacerme llorar y eso si es un LOGRO.
Amé esta parte "La más importante de todas ellas fue que Junsu te había ensañado que aunque pasaran cosas malas, siempre habría algo hermoso por lo que sonreír y seguir adelante. Y es por eso que tenías el valor de ser feliz aunque él ya no estuviera contigo. Porque tus años a su lado habían sido la bendición más preciosa que la vida pudo regalarte. " Ahí ya estaba llorando, pero le encontré tanto sentido a ese párrafo, tiene tanta verdad que...ay me pusiste sensible.
Me guardaré tu oneshot de inmediato para leerlo y leerlo y leerlo otra vez.
¡Felicitaciones! y muchas gracias por escribir algo tan hermoso :) tan hermoso que te deja con una sensación de esperanza... Ahora quiero subirme a una noria y por más tonto que suene pedir un deseo, un deseo sincero ;).
Diooosss de mi vidaaa... esta preciosa la historia!!!!
ResponderEliminarMi corazon se hizo pasita cuando lei la parte donde Junsu ya habia muerto pero al seguir leyendo y leer lo feliz que habia sido con Yoochun se me quito y me dio ternura y felicidad.
Linda, muchas felicidades tu historia te quedo hermosisima!!!
T-T mis lagrimas comenzaron a salir cuando dice que Junsu estaba muerto snff me encanto solo que senti feo el ver que Yoochun se quedo solito, pero me alegro que lo siga amando aun cuando ya no este con el T-T muy buena
ResponderEliminarSeñor, todavia no se de donde sacas tanto, pero me gusta *---*. Que hermosa la historia, por eso te adoro <3.
ResponderEliminarme encantó, te quedo precioso y para rematar las palabras finales quedaron perfectas me hicieron sonreir
ResponderEliminarDios!!!!!!!!!!! estubo muy linda la historia
ResponderEliminarno pude evitar no llorar.... lei y derepente mis lagrimas
aparecieron.....
la cancion ayudo mucho en eso.
demasiado hermoso todo
waaaaaaaa~~~ m encantooooo!!! aunq mis lagrimas esten cayendo xq mis emociones estan a flote ....simplement ame la historia~~
ResponderEliminargracias x esto! ^^
senti un sustico en la panza :$ jjejee que encantadora historia! que imaginacion tienesss :$
ResponderEliminarme emocione toda *-*
felicidades logras trasmitir esos sentimientos.
askdjlsjdskd :* eres genial!
Movi.
Si me hubiesen advertido que moría Junsu al menos me habria mentalizado para leerlo ;____; no soy seguidora de finales así u.u aunque la historia estuvo hermoa y el amor del YooSu prevalecerá para siempre en sus corazones, me ha quedado esa sensación de angustia porque ya no estaban más juntos.
ResponderEliminarLinda historia.
Ya Ne!
lo ame, necesitaba algo así de romántico y super tierno, mi hermoso YS...todo amor siempre tiene sus riñas, sin duda amo la hermosa pareja que hacen
ResponderEliminaryo pienso que lo bueno de las riñas es la hermosa reconciliación, un amor eterno es algo que muchos quieren y mi YS en esta historia han tenido, aunque al comienzo me dio ganas de patear a YC hasta cansarme supo arreglar su estúpido comentario...sobre la muerte de JS....."un amor mas allá de la muerte" es simplemente algo asombro y respetable, grandioso fic, ame la historia, ame todo *O* <3 gracias, gracias por escribir tan hermoso fic n.n
;O; No lloré pero mis ojitos estuvieron aguados por mucho tiempo, y sonriendo como tonta. De ese sentimiento que te embarga mientras dices: "Cónchale... qué amor tan más bonito". Junsu estaba herido claro, era algo que el creía fervientemente y entonces todo se destrozó. Pero acabó bien y TOT -lágrimas pa juera- Gracias por éste hermoso Oneshot Osita de miel ;_; A pesar que tardaste mucho en pasarmelo, fue magnífico. Aigo ~ Dulcita como tu. Felicidades, es extraño leer algo en segunda persona pero lo hiciste a la perfección perfecto. <3
ResponderEliminar¿Y tú nos das las gracias por leer? ¡Muchacha! ¡Gracias a ti por crear y compartir tu hermoso OneShot! ;___;
ResponderEliminarAyyyy Dios ;___; y yo que ando medio depresiva y vengo y leo este tronco de fic ;_;
Fue lindísimo, de principio a fin. Primera vez que leo un fic (por lo menos de TVXQ) narrado de esa forma, pero le da un toque especial y distinto ^^.
Me encantó, de pana que si ;_; es lo primero que leo de ti... me pasearé por tu blog :3 con permiso y muchas gracias :3
Ayyy, mi corazón quedó apaciguado... poder tener un amor así de hermoso ;_; Ayyy ;_;
Cuídate mucho. Kissus~~
Mi primer ff de ellos o awn si que es hermoso, gracias por pasármelo , casi derramo una lágrima, solo se me humedecieron mis ojos >,< creo que si hubiera llorado mucho haciendo conocido más a estos chicos, gracias por pasármelo (: y lo de la canción wow, realmente quedó hermosa y me diste ideas ¿Sabes? Muchas gracias (: siempre me inspiras a seguir escribiendo ahora mis fanfics ^-^!
ResponderEliminarfue hermosa, la historia te quedo muy bien! incluso me arranco algunas lagrimas....que triste pero bello a la vez!
ResponderEliminarla canción le queda perfecto, le da ese toque mágico que te llega hasta el alma...
escribes muy bien, sigue así ^^
esta historia de amor fue tan linda...me imagino que todas quisiéramos una historia igual a esta-
Maldicion!!! Puse la cancion lei dos lineas y me cayeron lagrimas!!! No se porque pero me cayo una lagrima
ResponderEliminarCuando supe que junau estaba muerto colapse ;; me dio muuucha pena
Hiciste que llorara Te odio-amo (??)
Te quedo muy lindo
Acabo de pillar tu blog :) seguire leyendo mas shots
Srita. Bonita esta no la había leído pero esta super hermosa, me encanta,ah! es ke hasta me enamore yo también ^^<3
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