Barra de menu

martes, 22 de noviembre de 2011

Besos de Limón.


Título: Besos de Limón.

Autor: Kaoru de L'Arc.
Pareja: HaiTsu.

Género: romance, angst, humor, Au, drama.

Advertencia: Lemon y lime. 

Extensión: Cuatro capítulos.
Estado: Proceso.






Mi nombre es Tetsuya Ogawa ¿Como describirme? Bien, pues soy un chico no muy alto, pero si muy atractivo. ¿No me crees? Es facil tendrías que conocerme para descubrir mi encanto. Sin embargo en este momento no estoy interesado en nadie. Ya tengo a alguien que me ha robado el corazón. Si, puedes notarlo también soy muy cursi. Deseas que te cuente quien es esa persona caprichosa, berrinchuda y sexy que amo. Entonces préparate te contaré mi historia, historia que comienza 17 años atrás. Había llegado al un nuevo vecindario, nos mudamos debido a al nuevo puesto que le asignaron a mi padre, era un lugar que a simple vista sacaba a relucir el gran status de quienes vivían allí, pero a pesar de eso se mostraba muy tranquilo.

Las primeras tres semanas me aburrí de sobre manera, las clases aún no comenzaban y aun no conocía a nadie. De vez en cuando salía al parque que se encontraba a cinco calles de mi casa y veía pasar a las personas, pero los días pasaban sin ninguna novedad. Realmente deseaba que las clases comenzaran ya.



Verano que hermosa época del año, realmente no era mi favorita, pero se volvió especial desde que te conocí. Recuerdo que iba en camino hacia el parque cuando te vi salir de tu casa, ibas caminando con muchas maletas encima y una cara muy molesta, maldiciendo al viento.

-¡Demonios es demasiado tarde! Y mi madre porque se llevo al chofer si sabe que tengo clase a las 4:00- creo que las prisas fueron lo que causo que cayeras con todo, y te molestarás aún más.

-¿Estás bien, te ayudo en algo? – corrí a ayudarte pero, me lanzaste una mirada cortante, y preferí alejarme un poco.

-No –Respondiste, mientras te incorporabas.

-Solo quería ayudarte.-

-Ayudarías más si no me estorbaras –Y eso fue lo último que me dijiste antes de partir.

El resto de la tarde me quedé pensando en tu mirada, y lo arrogante que podía llegar a ser una persona rica y con poder.  Una semana después decidí ir al parque; estaba vagabundeando, esperando a que el tiempo pasara lo más rápido posible, y fue allí… Nuevamente ibas caminando con prisa, con muchas cosas encima, y entonces caíste, ese golpe debió dolerte pues aun recuerdo que se escucho fuertemente.

-¡Hey! Tú, ¿que no me piensas ayudar? –Esta vez te dirigiste a mí pidiendo ayuda.

-¿Yo?-

-¿Acaso vez a alguien más?-

-No te conozco, ¿porque habría de hacerlo? –Me rechazaste una vez ¿qué esperabas?, soy demasiado orgulloso para repetir la ayuda.

-Veo que no eres una persona cortés, debí imaginarlo, alguien de tu categoría aunque se convierta en rico de la noche a la mañana jamás obtendría la clase y educación de una persona que nace con ello.

-Sinceramente, no me importa lo que digas –Como podía ser tan maldito y arrogante, pensé. Me miraste con desprecio y al tratar de levantarte caíste nuevamente, entonces un impulso en mi hizo levantarme y corrí a ayudarte.

-¡Auch, duele! –Hiciste un gesto muy curioso, como si en lugar de tratarse de un chico, fueras una niña indefensa… (no te conocía).

-A ver que te paso –Te revisé la rodilla, solo tenía un raspón – ¡No lo puedo creer! ésto es muy grave, creo que tendrán que cortarte la pierna-

-¿No hablas en serio verdad? –Tu expresión de miedo, es la más tierna que he visto en mi vida, me doy cuenta de que amo cada expresión tuya. Pero eso no ayudara a seguir contando la historia.

-¡Si! mira, al parecer es una fractura de grado mayor, no deberías moverla porque puede ser más grave.-

-¿Entonces qué hago?, Llama a una ambulancia, a Sebastián ¡¿qué esperas?, hazlo! –Con tu cara llena de miedo me fue inevitable soltarme a reír.

-No es momento para reírte de la desgracia ajena, estúpido; ayúdame.-

-Es que no es nada, eres muy dramático, solo te raspaste la rodilla y a lo mucho tal vez te lastimaste el tobillo pero después de que se te pase el dolor seguramente podrás caminar, ven te ayudo a levantarte– Te cargué, eres tan pequeño y frágil, te senté en una banca.

-¡Idiota!-

-Wow me gusta tu peculiar forma de agradecer.-

-Me espantaste, ya estamos a mano.- Nos quedamos en un silencio incomodo mirando a los árboles del parque, casi nadie pasaba por ahí. Después de unos minutos, me agradeciste entre dientes y solo te respondí con una sonrisa inconforme, esto era realmente desagradable así que me atreví a comenzar algo de conversación.

-Y ¿como te llamas?-

-No eres digno de saber mi nombre.-

-Ja ja ja ja-

-¿De que te ríes?-
  
-Ja ja ja ja, nada es solo que es chistoso escuchar a alguien de tu edad hablar así.-

-¿Así como?-

-Demasiado… ¿cómo decirlo?, como niña – Me lanzaste una mirada fría y penetrante, pero no te tenía miedo, al contrario, era como si mis ojos por si solos se perdieran en los tuyos. Y así nos quedamos mirándonos por un par de minutos hasta que te levantaste y te fuiste sin decir nada más. 

Nuevamente tu mirada se hizo presente en mis pensamientos, pero esta vez duró más de lo que esperaba, entonces me pregunté si siempre que nos encontráramos serían así: Tu con tus miradas asesinas, pero que no desparecían de mi mente.

El primer día de clases comenzó normal. Me levante temprano, me bañé, desayuné y salí en camino hacia a la escuela. Maldita rutina, ahora me pregunto si eso fue lo que hizo que me enfocara en otras cosas. Al llegar a la escuela, todos me miraban, era tan incomodo ser el nuevo. La mitad de las clases y no había nada nuevo, todos criticándome, que si era guapo, pero por ser un “nuevo rico” no valía la pena y etc.…

Nadie me habló el primer día de clases, maldito día se me hizo eterno. No me preocupaba el ser el nuevo. Que todos me juzgaran y me hicieran a un lado, pues estaba seguro de que eso pasaría con el tiempo, pero me equivoqué, semana y media después y, aún nadie se me acercaba, entonces me molesté, sabía perfectamente que era nuevo en todos los aspectos en el vecindario, la escuela, en esta sociedad de personas adineradas, pero no me esperaban este trato tan indiferente de su parte.

Jueves un día más y terminaría otra semana escolar, tanto afán de entrar a la escuela y ahora hasta se me hacía molesto el asistir solo para ser juzgado. No entré a las primeras dos clases preferí irme a las canchas de futbol y me la pasé observando el panorama. Y te vi con un grupo de personas a tu alrededor, las cuales más bien parecían gallinas cacareando y tú sin tomarlas en cuenta. Íbamos en la misma escuela, bueno al menos ya conocía a alguien, me levanté y te seguí hasta quedar frente a ti y te saludé. Me miraste de arriba a bajo y te hiciste a un lado continuando con tu camino.

Eso fue tan cruel de tu parte, que solo tenía ganas de partirte la cara en ese momento. No volvía a entrar a las siguientes clases y al terminar todo fui al baño antes de irme a mi casa. Cuando ya me estaba lavando las manos, entraste al baño, me miraste fríamente y te metiste al baño sin decir una palabra. Te esperé a que salieras, aun quería romperte la cara pero te tardaste años; un par de horas después saliste y al verme, con notable cara de enfado y sorpresa me dijiste:
-Pensé que ya te habrías ido.-

-No, te estaba esperando.-

-¿Y qué quieres?-

-¿Porqué me ignoras?-

-¿Te conozco?-

-Soy quien te ayu…-

-Sé quien eres, pero no tengo porque hablarte.-

-Te ayudé en un accidente mortal.-

-De hecho no, y ¡si! Si fue mortal.-
  
-¿De qué hablas, solo fue un pequeño raspón?-

-Un pequeño raspón que me impide volver a jugar fútbol.-

-No entiendo.-

-Pues con tu diminuto intelecto es obvio que no entiendas nada.- Eso fue ofensivo y en un impulso te halé del brazo y arrinconé sobre la pared.

-¿Por qué tú y toda esta bola de personas sin cerebro me tratan así y aún así se atreven a decir que yo soy quien no tiene intelecto?-

-Porque aunque tu padre sea el nuevo presidente de la empresa SIWT siempre serás visto como pobre, el dinero no cambia la sangre con la que naces.- Te golpee sin pensarlo y al ver tu cara de miedo me arrepentí.

-Solo quería una respuesta, no era mi intención golpearte.-

-Pero ya lo hiciste, típico de los pobres no pueden controlar sus impulsos salvajes.-

-Odio a los de tu clase son tan arrogantes, creídos y molestos-

-Pero tú lo has dicho, tenemos clase. Algo de lo que tú siempre carecerás.- Un impulso. Sin pensarlo te volví a golpear

-Lo siento, no quise…-

-Y ahora que ya desquitaste tu coraje contra mi, te voy a pedir que no te me vuelvas a acercar.- ¿Por qué demonios era tan impulsivo?  pero de este impulso jamás me arrepentiré pues gracias a el conocí el sabor de tus labios. Cuando estabas a punto de partir te jale del brazo con tal fuerza que terminaste sobre mi pecho.

-¿Qué haces?-

Y nuevamente me perdí en tu mirada, cual princesa indefensa te acurruqué entre mis brazos, con un rose de mis dedos acaricié tu mentón y besé tu labio inferior, solo un toque… No quería arruinar el momento. 



Continuará.


"Porque mi segundo amor más grande en esta vida es el HaiTsu,
FanFic dedicado a mi angel, Yen. Con todo mi cariño hermanita."
♥


Espero que quien lo lea le guste >o< éste es un fanfic que escribió mi onee-sama sobre el vocalista y bajistade L'Arc, nuestra banda de J-rock favorita, aquella que nos inspira. Espero sean dulces y puedan comentar. El sólo leer éste fanfic a mi me hace feliz <3
También espero sea de su agrado >o<

1 comentario:

  1. Omo, me gustó la rapidez de las acciones, la narrativa estuvo bastante buena <3 espero la continuación y si la hay no la encontré, mi experiencia con los blogs es nula xD

    ResponderEliminar